Y mira hacia atrás.
Respira hondo, unas cuantas veces. No te obligues: ocurrirá por sí mismo –como ocurre la magia, para siempre, desde que el mundo es mundo.
Mira hacia atrás, y recuerda:
Las palabras que has dicho,
Las que has escuchado,
Las que debiste haber dicho y debiste atender.
La gente que has conocido,
La que has amado,
La que te ha amado
–cuando la tierra era joven
y el rocío en una telaraña comprendía el universo.
Mira hacia atrás; respira; recuerda;
Y deja que el tiempo limpie tus heridas
Mientras mana, sin destino, puro, inquieto, inaprehensible.
De vez en cuando, detente
Y luego, echa a andar, otra vez.
2 thoughts on “De vez en cuando, detente”