A veces, la injusticia, la mediocridad, el resentimiento y el egoísmo presentes en muchas partes amenazan con ahogarme. Entonces, desespero momentáneamente de mi propósito de cambiar el mundo; y, durante un instante, pierdo el paso.
Felizmente, y por casualidad, una simple frase me devuelve la alegría:
El plagio es la forma más sincera de alabanza.