Sueños, significado y sinestesia

Hace poco he impartido en el ITESO (la universidad jesuita de Guadalajara) una videoconferencia sobre el trabajo con los sueños en terapia en la que expuse las bases teóricas del método de interpretación de los sueños que he desarrollado y presentado en varias ocasiones (aquí, aquí y aquí, por citar las más recientes).

En la videoconferencia hago una crónica del camino que fui desbrozando para entender el sueño y crear una forma de abordarlo en terapia y desarrollo de la autoconsciencia. La pregunta por el significado de los sueños me condujo eventualmente a la pregunta por el significado en sí mismo: ¿qué es “dar significado”? ¿Qué es “comprender” o “interpretar”? (Pregunta clave que Freud nunca se planteó y que se vincula con la estructura futurizadora de la vida y la mente). Y ésta, a su vez, a la neurociencia de la consciencia, la metáfora y la sinestesia -que subyace, a mi juicio, a incontables fenómenos de la psicología (como el “lenguaje no verbal“). Continue reading

La vida, en quince líneas

Imagina que entras en un salón. Has llegado con retraso; otros, los que te han precedido, llevan ya un buen rato inmersos en una discusión agitada y fascinante -demasiado como para interrumpirla y resumírtela.
Más aún: la discusión ya había empezado mucho antes de que cualquiera de ellos llegase, conque ninguno es capaz de retroceder al inicio y relatarla paso por paso.

Te sientas y escuchas durante un rato, hasta que crees haber captado la médula del argumento; entonces, te pones en pie, te entrometes, dices algo. Alguien responde; tú replicas; otro sale en tu defensa; otro más se alinea en tu contra, para deleite o vergüenza de tu oponente (y en función de la habilidad de tu inesperado aliado).

Pero la discusión es interminable, infinita, eterna. Se hace tarde; has de marchar. Y te marchas.

Y la discusión prosigue, con la misma intensidad y vigor.

He dado con esto en un viejo libro de Kenneth Burke que hace siglos que nadie abría. Lo he traducido lo mejor que he podido; pero el original es mucho más poderoso, insinuante, dulce, asombroso.

La vida, en un solo párrafo.