“El Secreto”
Comienza un nuevo año. Buen momento para plantearse tener éxito y ser feliz.
Se ha escrito y dicho mucho sobre el éxito y la felicidad. Se ha afirmado que existen “secretos” para alcanzarlos, atajos, técnicas mágicas. Existe toda una industria en torno a promocionar los libros, videos, conferencias y talleres de quienes dicen conocer estos “secretos”.
El secreto existe, no me cabe duda. Pero no es ningún secreto. Es más: nace de seis pasos que yo llamo “la vía de la esencia”.
La “vía de la esencia”, primera parte: encontrar la esencia
1. Descubre qué es lo que sólo tú puedes hacer.
No sólo aquello en lo que eres bueno. Aquello que sólo tú puedes hacer -y sólo de la manera en que tú lo haces.
Normalmente, será algo que disfrutes con intensidad. Algo que te apasione.
Por tanto, puedes usar tu disfrute y tu pasión como indicador de qué es lo que sólo tú puedes hacer.2. Empieza a hacerlo todo el tiempo que puedas, a dedicarle esfuerzo y energía. Entrégate a ello.
No tienes por qué hacerlo de una sola vez. Es más aconsejable que te vayas entregando lenta y progresivamente, apartando poco a poco el resto de rutinas, tareas y compromisos. Así no quemarás el puente antes de haber cruzado el río.3. Una vez comprometido, inmerso en lo que te apasiona y sólo tú puedes hacer, pregúntate:
“¿Qué es lo que hace único esto que sólo yo puedo hacer? ¿Qué lo distingue de todo, de todos, los demás?”
Al principio, la respuesta será vaga, elusiva, difusa. Persevera. Pregúntatelo a menudo, dale vueltas, reflexiona. Contémplalo desde todas la perspectivas posibles. ¿Cómo describirías lo que sientes al hacerlo? ¿En qué tipo de persona te convierte? ¿Qué diría un testigo imparcial, afectuoso e interesado?
Esta respuesta es la esencia de tu pasión -y de tu éxito. Intenta describirla en no más de una o dos frases.
[En realidad, los pasos 1, 2 y 3 son parte de un mismo proceso, fluido e indivisible. Para descubrir qué es lo que sólo tú puedes hacer tienes que hacer muchas cosas diferentes y de diferentes maneras (2); identificar las más cercanas a tu esencia irrepetible (1) y reflexionar acerca de qué es lo que la hace irrepetible y única (3). Es una dialéctica infinita].
Estos tres puntos forman una espiral de aprendizaje, un “círculo virtuoso”. Cuanto más lo hagas, más te apasionará y más claro te resultará lo que lo hace único, y viceversa. Cada nueva formulación te aproximará más a la experiencia; cada una será más fiel a esa esencia irrepetible de lo que haces.
La “vía de la esencia”, segunda parte: encontrar la esencia de la esencia
4. Una vez razonablemente claro acerca de tu esencia, esfuérzate por descubrir cómo eso que sólo tú haces puede ser valioso para otras personas -al punto que estén dispuestas a darte algo a cambio. En principio, su tiempo y su atención. Y quizá, más adelante, lo suficiente para ganarte la vida con ello.
5. Para lograrlo, deberás descubrir cuál es su valor fundamental para ti. ¿Qué hace importante a esa esencia? O bien, ¿cuál es la esencia de su valor?
Algunas preguntas útiles: “¿Por qué prefiero hacer esto a todo lo demás? ¿Qué obtengo al hacerlo que no podría obtener de otra manera? Y ¿por qué eso me hace falta?”6. Finalmente, has de descubrir la “esencia de la esencia” de lo que haces para los demás. Plantéate las mismas preguntas desde la perspectiva de los otros: “¿Qué obtienen cuando hago esto que no podrían obtener de otra manera? Y ¿qué les hace preferirlo?”
Esta respuesta es la esencia de la esencia: el núcleo del que surgen tus actos como una manifestación irrepetible e irreproducible de tu individualidad.
Y es la esencia de la esencia lo que se revela en tu día a día, lo que te hace insustituible -y lo que conduce al éxito y la felicidad.
De nuevo, los tres pasos forman una dialéctica. Las respuestas al paso 6 modificarán las del paso 5, lo que te dará pistas para resolver el 4, lo que te revelará nuevas perspectivas para el 6, y así sucesivamente.
Y ambas partes de la vía dependen una de la otra. Porque la verdadera esencia es inagotable. El hilo de Ariadna conduce al infinito. El espejo del universo siempre esconde una sorpresa.
Recuerda, sin embargo, que no se trata sólo del éxito económico (aunque también de este). Se trata del éxito ontológico, de vivir una vida plena de sentido, en completa armonía.
El secreto definitivo
Si has llegado hasta aquí, comprenderás que hay sólo un secreto para alcanzar el éxito:
Sé fiel a tu esencia.
Lo difícil no es conocer este secreto. De hecho, no es ningún secreto.
Lo difícil -extremada, inmensa, apasionantemente- es seguirlo de verdad.
Que tengas un feliz y fascinante año,
Esteban,
Me detuve un momento a leer en tu sitio, realmente encuentro artículos muy interesantes. Te felicito es un excelente sitio.
Seguiré leyendo tus publicaciones.
Saludos,
Marco Guillén M